Tras haber pasado 25 años de esa primera gira, finalizó el pasado sábado 27 de septiembre de 2025 en el Estadio Ferro Carril, su gira interminable.
La verdad el Zaragozano no se guardo nada y lo dio todo.
Lejos de su supuesta afección a sus cuerdas vocales, se mostró entero y firme como que los años, nunca hubieran pasado.
Repasó todos sus grandes éxitos y lo mixturo con algunas de sus nuevas canciones.
Fue un éxtasis viviente, fue un viaje a la juventud, al controvertido pasado de las oscuridades de ése momento que quedaron en un recuerdo pasajero, donde la mirada de la madurez y el período vivido estallaron en una sola
emoción.
Que puedo decir del show que lo definan mejor, no encuentro una definición exacta, o como muchas veces define la lingüística, no se puede expresar con palabras o con un escrito lo vivido. Pero para graficarlo en letras puede expresar como un juego al corazón que brillan en mis ojos con una emoción infinita que desde la melancolía, el amor, el rock, la puesta, los solos, el publico, las visuales, los aplausos y por sobre todo el carisma de Enrique dan por sentado una noche más que especial.
Especial digo, calculo que el paso del tiempo y los recitales vividos y crónicas de música realizadas por casi 30 años fue una despedida a los shows desde lo personal y considero haber elegido la mejor banda y por sobre todo al mejor artista como broche de oro a tantas noches vividas, donde los artistas sacan el mejor disfraz de sus salas de ensayo.
Viva el Rock.
Viva Enrique Bunbury.
Gracias a la vida por regalarme algo tan preciado que fue el show 2025. que quedará grabado en la retina a las miles de personas que asistimos ése día, esa noche donde si hubo lluvia en conjunto con el "Huracán Ambulante".